Consigue un color neutro en tus fotos con el balance de blancos

Si estás empezando en este mundillo es muy posible que te hayas hecho ya esta duda porque has visto este concepto en algún que otro lugar.

Obviamente, y como ya te puedes imaginar, es un concepto esencial y bastante básico, del cual no había hablado hasta la fecha, por lo que hoy toca un artículo al respecto.

Por supuesto, si quieres aprender fotografía desde cero, te recomiendo que le eches un vistazo a mi curso de fotografía básico.

curso de fotografía básica

Pero, como siempre, toca empezar desde el principio. O sea que ¡vamos allá!

Balance de blancos en fotografía digital

El balance de blancos , o equilibrio de blancos, es un parámetro que se usa en fotografía y determina si los colores son neutros o tienen alguna dominante de color.

La dominante de color es un concepto que se usa para determinar si una imagen tiene algún tipo de tinte irregular, artificial, etc…

Estos tintes suelen estar causados por elementos en la imagen que tienen un exceso de saturación y se encuentran en gran parte de la escena, rebotando su color, tiñendo el resto de la imagen.

Esto se puede solucionar con un buen balance de blancos a la hora de disparar (lo vamos a ver más adelante en el artículo).

Lo más probable es que el balance de blancos en tu cámara esté denominado por sus siglas en inglés (WB, de white balance).

Sé que a veces es difícil encontrar todos los controles dentro de tu cámara o incluso hay un montón que no sabes ni qué son ni para qué sirven, o sea que he creado el curso de cómo manejar tu cámara para solucionar este problema tan generalizado.

curso de cómo manejar tu cámara

Temperatura de color en fotografía

Te habrás fijado que hay fotos con tonos más azulados y otras con tonos más amarillos/naranjas. La diferencia radica, principalmente, en el balance de blancos, concretamente en la temperatura de color. En ambos casos, se ha medido mal la temperatura de color.

Este parámetro se mide en grados Kelvin o K. Cuanto más elevado es el número, más amarilla/naranja será la foto y cuanto más bajo es, más azul.

Esto es, básicamente, porque el balance de blancos funciona compensando la temperatura de color real. Es decir, si tienes una imagen muy azulada, se le atribuye una temperatura de color elevada para nivelarla y dejarla más neutra.

Matiz en el balance de blancos

El matiz mide si hay una dominante verde o magenta en las fotos.

Que exista una dominante de este tipo es más difícil, pero también se ajusta desde el balance de blancos.

Generalmente, cuando ajustas el balance de blancos en tu cámara, el primer parámetro que te aparece para modificar es la temperatura de color, pero si le das a la derecha (suele ser así en la mayoría de cámaras, aunque podría ser diferente en la tuya) llegarás a un indicador de dominante de color en el que puedes ajustar el matiz.

Diferencia entre temperatura de color y balance de blancos

Muchas veces el balance de blancos de confunde con la temperatura de color, y no es exactamente lo mismo.

Como has podido comprobar, ya he hablado de temperatura de color y de matiz. Estos son los dos parámetros que determinan que exista un correcto balance de blancos o equilibrio de blancos.

Es decir, dentro del balance o equilibro de blancos tenemos dos conceptos, el de matiz y el de temperatura de color. Y aunque a veces la gente simplifique e intente usar ambos conceptos (balance de blancos y temperatura de color) como si fueran el mismo, a nivel técnico es totalmente incorrecto.

Si bien es cierto que en el día a día no se trabaja tanto con el matiz, ya que este no suele dar problemas excepto que haya dominantes de color muy acusadas, sigue siendo incorrecto excluirlo dentro de la ecuación que forma el balance de blancos.

Balance de blancos = ajuste de matiz + ajuste de temperatura de color

¿Para qué sirve el balance de blancos?

El balance de blancos sirve para que los colores primarios estén correctamente equilibrados. Es decir, que el rojo sea rojo, que el azul sea azul y que el verde sea verde.

Y esto se ve reflejado de forma muy notable en el color blanco, el negro y cualquier gris intermedio. ¿Por qué? Pues muy sencillo, porque estos “colores” de escala de grises tienen una ausencia total de componente RGB (rojo, verde y azul), por lo que han de verse en la foto totalmente neutros.

Es decir, si usas un buen balance de blancos los colores de la imagen estarán correctamente balanceados (valga la redundancia), concretamente los que forman la escala de grises.

Sí, sí, pero…

¿Cómo se usa el balance o equilibro de blancos?

En tu cámara tendrás un control que, generalmente aparecerá con las siglas en inglés (WB). Pues bien, una vez cliques te aparecerá la opción de ajustar, primero de todo, la temperatura de color y, a posteriori (y sólo si te metes en el submenú) el matiz.

Elige la temperatura de color

Una vez estés dentro del balance de blancos, y más concretamente te aparezca la gráfica de la temperatura de color, tendrás diferentes opciones (generalmente con dibujitos):

  • Sombra
  • Nublado
  • Luz de día
  • Soleado
  • Incandescente
  • Fluorescente
  • Personalizado
  • Manual

Cada una de estas opciones suele ir acompañada de un icono en concreto y todas estas opciones tienen un valor concreto de temperatura de color.

Estas opciones están pensadas para ajustar la temperatura de color para compensar las posibles dominantes de color que tengan esas escenas.

Por ejemplo, puesto que en la sombra la temperatura de color suele ser más azulada, si seleccionas este ajuste le estás diciendo a tu cámara: “estoy en sombra, por lo que necesito que subas los tonos amarillos-rojos para compensar el azul”. Entonces, la cámara seleccionará unos colores relativamente cálidos, haciendo que el color de la foto no sea tan azul como suele ser por estar en sombra.

De entre todas las opciones yo recomiendo que elijas el modo manual o personalizado, en el cual has de ajustar a unos grados Kelvin determinados para que la foto no esté excesivamente cálida ni fría. Es decir, en esta opción eres tú quien decides la temperatura de color exacta de la foto.

Cuantos más grados K, más temperatura de color tendrá la imagen. Es decir, estará más cálida (en definitiva, más amarilla/naranja). Y al contrario, por supuesto, si usas una temperatura de color bajita.

Muy probablemente seguirás teniendo una duda y es que no sabes cuál debería de ser la temperatura de color “neutra o correcta”.

¿Cómo elegir la temperatura de color correcta?

Puedes fijarte en que los colores sean lo más neutros posibles. Sin embargo, la forma más fácil de usar la temperatura de color de forma correcta es que te fijes en los blancos, en los negros y en los grises de la imagen. Los blancos deberían de ser blancos perfectos, y los negros negros puros. Es decir, sin tintes de ninguna tonalidad (como te he explicado anteriormente).

Lo mejor que puedes hacer, tras hacer un par de fotos a una temperatura de color concreta es ampliar esa imagen desde la cámara y fijarte en algo que sea de color blanco o negro. Entonces, analiza estas partes.

  • Si están muy azules, significa que te has quedado corto y has de subir unos grados Kelvin esa temperatura de color
  • Si están amarillas esas zonas, deberás de bajar esa temperatura de color, haciéndola más fría.

Elige el matiz

Si tras haber elegido la temperatura de color correcta, la foto sigue teniendo un tinte de color que no sea ni amarillo ni azul, entonces significa que todavía no has terminado de ajustar el balance de blancos. Y si ya has ajustado la temperatura de color y sigue habiendo problemas de dominantes, quiere decir que el problema está en el matiz.

Si desde los ajustes de temperatura de color clicas a la derecha, te va a llevar a una gráfica relativamente similar a esta (obviamente depende de la marca y modelo de la cámara que uses) en la que vas a poder ajustar el matiz de forma muy concreta, variando la dominante de color general usando cuatro tonos concretos:

  • Verde-magenta
  • Azul-rojo

Si combinas la temperatura de color con el matiz, podrás ajustar tu cámara a cualquier ambiente que esté teñido con una dominante de color muy acusada.

Ajusta el balance de blancos a la perfección con una carta de blancos

Además de cómo te he explicado que se hace, existe una opción alternativa, la más profesional y exacta de todas, que consiste en usar una carta de blancos.

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Las cartas de blancos son estas piezas de color en escala de grises que te permiten usarlas como muestras para que la cámara ajuste el balance de blancos.

¿Cómo usar una carta de blancos?

Dentro de las opciones de balance de blancos de tu cámara, habrá una opción que se llama personalizado. Pues bien, una vez la seleccionas tendrás que hacerle una foto a la carta de blancos, posicionada en el lugar donde se reciba la luz para la que quieres realizar el balance de blancos.

Si vas a hacer una foto a un modelo en un lugar en concreto, será justo ahí donde has de poner la carta de blancos para que la cámara sepa que esa es la luz sobre la que ha de hacer el balance de blancos.

Y si ya sabes un poco sobre el tema, puede que te estés preguntando ¿qué pasa con los RAWs? Los RAWs son archivos brutos a los que se les puede modificar el balance de blancos, a posteriori, entre otras cosas.

¿Afecta el balance de blancos a los RAW?

La teoría dice que no les afecta como tal. No obstante, y aunque puedas modificar a posteriori la temperatura de color y el matiz en Lightroom o cualquier otro revelador de RAWs, te recomiendo que intentes hacer las fotos usando la temperatura de color adecuada, porque así verás de una forma más fiel cómo te va a quedar la foto final.

Y ahora tendrás la duda de: ¿y si disparas en JPEG?

¿Afecta la temperatura de color al JPEG?

Sí. Por supuesto que sí.

En este caso vas a tener que clavar la temperatura de color al máximo posible para evitar perder calidad de imagen reeditando la fotografía.

Te recuerdo que existen diferencias entre los archivos raw y los JPG y has de tenerlas en cuenta a la hora de configurar tu cámara. Básicamente con un archivo JPEG no vas a tener tanto margen a la hora de editar, degradando la misma en cada edición que vayas a realizar.

Balance de blancos en vídeo

El balance de blancos en vídeo es extremadamente importante, pero tiene una diferencia con la fotografía, hay que clavarlo al máximo posible a la hora de grabar y no a la hora de editar.

¿Por qué? Porque los vídeos están más comprimidos que las imágenes y tenemos menos margen a la hora de editar y solucionar problemas, por lo que hay que hacer especial hincapié en conseguir un balance de blancos perfecto de cámara a la hora de hacer vídeo.

Todas estas diferencias entre la fotografía y el vídeo, así como todos los fundamentos del vídeo digital, lo explico en el curso básico de grabación de vídeo.

curso de grabación de vídeo

¿Quiere decir esto que si no consigues un balance de blancos perfecto en la grabación has de tirar el vídeo a la basura? No, para nada, pero sí es cierto que va a ser más difícil que dejes ese archivo neutro en el programa de edición.

De hecho, saber corregir color y etalonar es relativamente difícil en vídeo (por lo que he comentado anteriormente de que pierde mucha calidad y se deteriora fácilmente en la edición).

No obstante, te explico cómo hacerlo en mi curso de corrección de color y etalonaje en Final Cut Pro X, para que soluciones situaciones como estas a la hora de editar tus vídeos.

curso de etalonaje y corrección de color en final cut pro x

¿Puedo usar el balance de blancos para dar un look concreto a una foto?

El balance de blancos, además de para dejar la foto totalmente neutra, puede usarse como herramienta para modificar la emoción o sentimiento que quieres mostrar a través de la fotografía.

Es decir, puedes elegir un balance de blancos u otro para transmitir un tipo de mensaje. No obstante, el punto de partida ha de ser siempre una foto neutra a la hora de editar.

Esto tiene mucho que ver con la psicología del color, y puede ser una herramienta muy potente para transmitir un mensaje.

Tanto en fotografía como en vídeo se usa mucho el balance de blancos para transmitir emociones concretas, aunque en vídeo concretamente se usa muchísimo. De hecho, fíjate como cualquier película que veas en el cine está editada de forma que muchas veces hay zonas de la imagen que están teñidas de un color concreto.

¿Puedo modificar la temperatura de color en Lightroom para dejar la foto perfecta?

Por supuesto que sí. Casi siempre vas a tener que modificar las temperaturas de color de una sesión, aunque sea de forma ligera (y sobre todo en sesiones realizadas en exterior, ya que en fotografía de estudio tienes toda la iluminación controlada y constante en todo momento).

Te recomiendo que aprendas a usar Lightroom lo mejor posible para sacar el máximo partido a tus fotografías.

Si quieres aprender a exprimir al máximo este programa de revelado y organización de fotos, échale un vistazo a mis cursos: curso de revelado en Lightroom, curso de Lightroom aplicado, curso de organización en Lightroom.

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Si te has quedado con alguna duda, puedes consultarme por aquí o a través del email.

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